domingo, 9 de mayo de 2010

LA GÉNESIS DE LA CUEVA FUENTE DE ORO


Marius van Heiningen



INTRODUCCIÓN.
En este artículo se intenta explicar la formación de la Cueva Fuente de Oro. Se trata de una cueva de escaso desarrollo, situada en el noreste de la provincia de León (España), cerca del pueblo de Crémenes. La razón principal de este escrito es dar un ejemplo de cómo se puede intentar determinar la génesis de una cueva, incluso si se trata de una cueva poca extensa. No solo se trata de usar las observaciones realizadas dentro de la cueva, sino de usar todos los datos posibles. Se ha estudiado la situación topográfica, geológica y hidrológica alrededor de la cueva, además de usar el mapa geológico y los mapas y fotos de sigpac.
Existen varios aspectos relacionados con cualquier cueva que convienen estudiar como norma general, porque nos ayudan mucho a formar una idea global acerca de la formación de la cueva, en concreto:
El primer aspecto es la situación hidrológica actual. Hay que intentar averiguar la interacción de los ríos y arroyos con la roca (formación) en donde se encuentra la cueva, con especial atención a los manantiales y pérdidas (sumideros) de agua, además de determinar la localización del punto más bajo de la formación por ser un punto muy favorable de desagüe. Ahora se puede hacer la siguiente pregunta: ¿Guarda la cueva una relación con el sistema hidrológico actual? Si la cueva se encuentra muy por encima de los arroyos y manantiales es probable que no guarde relación con el actual sistema, pero si por ejemplo la boca de la cueva se encuentra cerca de un manantial principal, entonces esta relación si es probable.

La figura 1 muestra la topografía de la Cueva de Fuente de oro. Las formaciones estalagmíticas están indicadas en rojo.

El segundo aspecto es el levantamiento de una columna estratigráfica global, lo que suena complicado, pero que para los espeleólogos solo significa distinguir entre los miembros favorables (estratificación masiva y gruesa), menos favorables (estratificación fina) y miembros no favorables (margas, arcillas, areniscas, etc.). Es verdad que dos miembros favorables pueden estar conectados hidrológicamente a través de un miembro menos favorable, pero estas conexiones no suelen ser penetrables por el hombre (ej. Existencia de muchas fisuras estrechas), y por tanto las cuevas se suelen restringir a una sola secuencia favorable. Entonces, una vez localizado el miembro donde se encuentra la cueva, ya se tiene una muy buena idea hacia donde puede ir (o de donde viene), siguiendo este miembro por la superficie.
El tercero aspecto es la proveniencia del agua que ha disuelto la cueva. Por tanto hay que determinar, en lo posible, las cuencas (segmentos en este artículo) de recogida de agua, que por un lado consiste de recogida de precipitación directa sobre la caliza y que por otro lado recoge aguas de escorrentía de otras formaciones impermeables y de pérdidas de arroyos o ríos. Se puede decir que eso es parte del primer aspecto, pero se trata de algo tan importante que he decidido separarlo.
Las observaciones que se pueden hacer dentro de una cueva son tantas que no se puede especificar fácilmente, pero a groso modo se puede decir que hay que intentar averiguar el régimen hidrológico (o la sucesión de regímenes) que formaron la cueva (vadoso o (epi)freático principalmente) y los acontecimientos de sedimentación y reexcavación. Además hay que estudiar si la galería está orientada según las fisuras o por la estratificación. Una ayuda indispensable para cualquier estudio espeleológico es un mapa topográfico detallado de la cueva correspondiente.


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